Crea hábitos que puedas mantener

¿Te has dado cuenta de que algunos hábitos, como acordarte de tomarte los suplementos, pueden parecer difíciles de adoptar, mientras que otros, como mirar las redes sociales, pueden parecer difícil de eliminar?

Los hábitos son comportamientos que se vuelven sistemáticos e involuntarios a base de repetición. Gran parte de tu vida diaria está impulsada por hábitos a los que no tienes que prestarles mucha atención. Los estudios científicos demuestran que casi el 40% de la vida diaria de una persona se compone de comportamientos repetitivos.

La formación de los hábitos al principio se asocia a la fuerza de voluntad y no existe una receta sencilla para su creación. Sin embargo, comprender cómo se crean los hábitos puede ayudarte a formar intencionalmente aquellos que te sirvan para tu vida personal y profesional.

Los hábitos se forman cuando repites constantemente lo que funciona para crear asociaciones entre señales y resultados. Existe un ciclo de retroalimentación que se produce en el cerebro para cada hábito.

Crear hábitos de manera intencional es una estrategia para dirigir tiempo y energía a las metas que deseas alcanzar. Tanto si tu objetivo es ser más deportista, llevar una alimentación saludable o cocinar más en casa, las siguientes estrategias pueden ayudarte a desarrollar hábitos que te lleven hacia tus metas:

  1. Visualiza tu éxito: ten en cuenta el contexto y las acciones que conducen a los hábitos que deseas. Es posible formar y mantener hábitos si te expones a situaciones en las que tengas que comportarte de la manera que deseas. Cambiar tu entorno, rodearte de personas que te apoyen o te inspiren, o modificar cosas que sueles hacer pueden ayudarte a adoptar los hábitos que deseas.
  1. Utiliza incentivos o recompensas: si bien la motivación nos guía a tomar las decisiones correctas, añadir incentivos o recompensas puede ayudarte a crear los hábitos que deseas, al fomentar la adopción de un comportamiento hasta que se convierte en una acción automática.
  1. Ve poco a poco: según los estudios, las acciones simples son más fáciles de convertir en hábitos que las acciones complejas de varios pasos. Por ejemplo, es más alcanzable decidir meditar durante 5 minutos cada día, que empezar con 1 hora cada día. Poco a poco puedes ir ampliando el tiempo y llegará el día en el que medites 1 hora diaria.
  1. Hazlo por ti: cuánto más quieras que un hábito funcione para tus metas y necesidades personales, menos probable será que abandones. Pregúntate por qué quieres adquirir ese hábito y responde con autocompasión. Valora lo que se necesita para convertir ese deseo en un comportamiento a largo plazo.

Crear hábitos sostenibles puede mejorar tu vida personal y profesional, hacer que tu vida sea más saludable y eficiente, y acercarte a tus objetivos. Recuerda que el comportamiento debe exhibirse repetidamente y con intención, antes de convertirse en un hábito. Cuando formes un nuevo hábito, practica la autoconciencia. Sé amable contigo mismo cuando sientas que te desvías. Mantén el espacio para que ocurra el cambio y sé paciente. Cuando se trata de realizar los cambios que deseas, es más importante centrarse en el proceso de creación del hábito que en el hábito en sí.

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